Y un día vuelvo a encontrarme aquí... casi en verano esta vez... en la tienda todavía... pero con más energía que entonces...
Alcanzas el límite y estás a punto de caerte envuelta entre tanta pena, desidia, lástima... pero llegar al límite es lo único que te puede ayudar a levantarte... hace que grites... y si gritas con fuerza alguien te escuchará aunque tú creías que a nadie le interesaba hacerlo... pero siempre hay alguien capaz de abrirte los ojos... aún quedan mensajeros... ángeles mensajeros...
Sigue siendo agotador ver como mi propia sangre no puede fluir por sí sola... sigue siendo un fuerte dolor en el pecho verlas siempre perdidas... siendo tan mágicas... Pero me duele más aún perderme en el intento de darles mi mano para que me arrastren hacia su niebla... Verme reducida a nada cada instante que me empeño en salvarles la vida entregándoles la mía...
Y sé que algunas personas se agotan de escucharme a mí... puede ser muy duro tener que vivir al lado de una persona que todo lo que escribe y piensa es negro... Y yo lo siento de corazón... Pero cada uno debe encontrar la mejor manera de ayudar a los que quiere ayudar para que eso sea una verdadera ayuda... esa es una misión de todos, no sólo mía...
Así que aprendiendo estoy... aprendiendo a vivir con una sonrisa para que ese sea el mejor regalo que pueda darle a las personas que tanto amo...
