Regalos...regalos...

Ya de vuelta en el Poble Español... una semana de vacaciones... esta vez no ha habido un viaje a Londres ni a Madrid... ha sido una semana para cerrar asuntos pendientes...pero llena de regalos...

Por fin se acabó el trastero de Andorra... una vez más te sorprendes de cómo un espacio tan pequeño puede almacenar cosas tan grandes... Esa misma noche dormí con Cristina... a la que tuve que pedirle perdón una vez más por haberla dejado encerrada durante cinco años allí dentro... mi eterna amiga Cristina... fotos, dibujos, pequeñas cosas sin nombre que nunca sirivieron para nada más que para recordar un preciso momento del pasado...pero tan llenas de vida... recuerdos...fotos...fotos...fotos...

El momento sin duda fue fumarme un porrito con mi madre aparcadas delante del edificio en el que vivimos durante tantos años... Engolasters... volví a ver a mi amado padre asomado a la ventana para gritarnos que subieramos a casa de una vez... volví a verlo sentado en su sofá disfrutando de sus pequeños placeres... volví a sentirlo tan cerca de mí que casi podía abrazarlo... y mi madre se sintió bien... por primera vez ante tantos recuerdos... el mejor regalo, sin duda...

Y ... al volver a Barcelona más regalos! Un día de rodaje de mil imprevistos pero de contínua euforia... se jode el coche, vuelve a funcionar... se vuelve a joder... encontramos como por arte de magia un paraíso al final de la escalera... y RODAMOS allí, rodeados de Barcelona... es tan gratificante dedicar tus segundos a algo que te llena por dentro...

Y ahora estoy inquieta... no quiero conformarme con volver a la tienda y vender souvenirs... necesito seguir aprendiendo... necesito seguir reciclando mi energía... necesito gritar que puedo cambiar el mundo si lo deseo de verdad...